A Alan (Terence Hill), un recalcitrante apostador en las carreras de caballos, lo persigue la banda de Frisco Joe, a quien ha birlado quince mil dólares. En su huida, se cuela de polizón en el barco de Charlie (Bud Spencer), un navegante solitario que hace travesías de propaganda de la Mermelada Puffin. Alan lleva consigo el plano de una isla, donde, según su tío Brandy, hay un gran tesoro escondido. Al llegar a la isla, Alan y Charlie deben enfrentarse a muchas peripecias, ya que el lugar indicado en el mapa es un viejo puerto militar defendido por Kamasuka, un soldado japonés que aún no se ha enterado de que la II Guerra Mundial (1939-1945) ha terminado.